Un año más, Manos Unidas ha organizado la tradicional cena
contra el hambre con el ánimo de remover conciencias. Más de trescientas
personas llenaron el pabellón cubierto de Turís para dar cuenta de una cena
simbólica con la que nosotros no nos saciamos pero que en los países
necesitados supone un auténtico banquete. El párroco, Arturo García, se
congratuló por la gran asistencia de este año y anunció que los fondos
obtenidos se destinarán a la reforma de una maternidad en Malawi. Eladio Seco,
delegado en Valencia de Manos Unidas, también estuvo presente y explicó a los
asistentes la labor de esta ONG por el mundo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario