El Reino de Dios es para los sencillos
Con frecuencia,
con demasiada frecuencia, decimos: “qué
difícil es tener fe hoy, cuesta mucho ser cristiano en esta sociedad…”.
Pero ¿sabemos lo que decimos? ¿realmente la fe, la perfección cristiana, está
reservada para los muy capaces? ¿o la santidad es cosa de unos pocos? Solemos
decir también que “cualquier tiempo
pasado fue mejor”; y trasladado a la vida de la Iglesia supondría decir que
por lo general antes era más fácil creer, y más difícil hoy. Pero de nuevo
¿sabemos lo que decimos? Si nos oyera San Pablo nos echaría en cara nuestro
pesimismo, nuestra falta de esfuerzo, porque cuando él desembarcó en Corinto
(de ahí las famosas dos epístolas a los Corintios) se encontró con una ciudad
llena de vicio y corrupción, y le costó sudor y lágrimas –muchas lágrimas–
conseguir que unos pocos conocieran a Jesús y vivieran un poquito el Evangelio.
Pero hoy en día,
a pesar de las dificultades –que siempre están ahí–, son muchísimas las
oportunidades para conocer más y mejor a Dios, para recibir los Sacramentos,
para vivir y profesar la fe consciente y libremente. Se puede decir, sin temor
a equivocarse, que estamos en mejores condiciones para vivir la fe que en
épocas pasadas. Además contamos con el testimonio de una lista interminable de
santos que nos animan a seguir adelante, y también con una Iglesia madura, que
se ha perfeccionado mucho a base de corregir sus errores y se presenta ante el
mundo como verdadera Madre y Maestra.
Y por si fuera
poco, la parte más difícil en la labor de creer sigue llevándola el Señor.
Porque la fe es principalmente un don, un regalo, una gracia. Y esa distancia
infinita entre el Creador y su criatura, que es insalvable para nosotros, la
salva el Señor con su gracia. Así que, si la fe es puro don, puro regalo de
Dios, y «para Dios no hay nada imposible»
(Lc 1, 37), no podemos seguir diciendo que hoy es más difícil creer que ayer.
La fe sigue
siendo fácil, es cosa de niños, porque «si
no os convertís y os hacéis como niños no entraréis en el Reino de los cielos»
(Mt 18, 3). Es muy sencillo, «porque has
escondido estas cosas a los sabios y entendidos, y se las has revelado a los
pequeños» (Mt 11, 25). San Rafael Arnaiz dice que es mucho más fácil ser
santo que ingeniero, y con razón, porque Jesús nos dice: «aprended de Mí, que soy manso y humilde de corazón, y encontraréis
descanso para vuestras almas» (Mt 11, 29). No hay que aprender cosas
difíciles, sino a ser sencillo; y eso está al alcance de todos.
Ahora bien, la
dificultad está en ser así de sencillo, manso, humilde… porque por mucho que
nos neguemos a nosotros mismos siempre tendemos a recuperar el papel de actor
principal en la película de nuestra vida, cuando deberíamos otorgar ese papel
únicamente al Señor. ¿Acaso el sarmiento va a pensar que él es más importante
que la vid? Jesús no puede hablar más claro: «como el sarmiento no puede dar fruto por sí, si no permanece en la
vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en Mí… sin Mí no podéis hacer
nada» (Jn 15, 4.5).
Bendito sea
nuestro Dios, que es el más interesado en nuestra plena felicidad, que se
vuelca completamente para el bien de sus hijos. Bendito sea nuestro Dios por
siempre, que derrama su Misericordia especialmente sobre el que más la
necesita. Bendito sea nuestro Dios, que por si no bastaba quedarse con nosotros
en la Eucaristía, nos da a su misma Madre María como Nuestra Madre de verdad.
Bendito sea Dios, porque a fin de cuentas, el que no cree es, sencillamente,
porque no quiere.
Que Dios nos
bendiga y nos aumente la fe.
Santiago Carbonell, diácono.
La fe: el conocimiento del corazón
Un día estuve hablando con un compañero
sobre mi experiencia como creyente. Él estaba interesado en conocer lo que era
para mí el mundo de la fe. Le parecía un mundo difícil de comprender por el
hecho mismo de ser un mundo que no se puede ver con los ojos, […] sino que es
un mundo que se percibe con la sensibilidad del alma, a través de la percepción
interior. […]
Le tuve que contestar que la fe no es un
ejercicio de dialéctica, pues el conocimiento de la fe no es un conocimiento
que podamos obtener mediante la meditación metafísica o el análisis reflexivo
de nuestro conocimiento.
Más bien, el conocimiento de la fe es
como un aroma que se empieza a percibir con el corazón, es una pequeña voz que
acaricia nuestra conciencia con suavidad, haciendo que el corazón se ensanche y
empiece a ver lo que no se ve en este mundo en el que nos movemos todos.
Realmente, es un conocimiento que no pertenece a este mundo y que no es propio
de la intelección humana, pues no está a su alcance. […]
Cuando le dije esto, mi compañero se
quedó un poco perplejo, […] así que no tuve más remedio que contarle “mi
secreto”, ese secreto que conocemos los cristianos, ese secreto tan inocente y
tan sencillo que no oculta nada y que a la vez lo oculta todo… Ese secreto que
es la realidad preciosa de Cristo en el Pan Eucarístico. Le dije que la fe era
algo muy sencillo y que sólo consistía en hablar tranquilamente con Jesús.
La fe, para mí, es dejar que el corazón
repose en las manos de Jesús. […] Gracias al conocimiento de la fe conozco el
mundo de una manera nueva y preciosa, […] la fe me ayuda a conocer y amar el
mundo, además de conocerlo con mi razón, como una realidad amorosa y tierna que
se desarrolla en su ser desde los labios de Jesucristo. Cada uno de los seres
que contemplo es pronunciado por Él y escuchar cómo los pronuncia es una de las
maravillas de mi vida. Es una polifonía de los seres llena de vigor y de
belleza.
Una experiencia que llena de sentido mi
vida y que de ninguna manera produce una contradicción en mi pensamiento cuando
conozco con mi razón el mundo en el que vivo y existo, sino que lleva mi razón
hasta las profundidades de los seres y me hace comprender el misterio de la
existencia del mundo y de mi vida.
Pero se trata de una experiencia
compartida con Cristo. Una experiencia que es posible solamente con Él, que es
el Verbo Creador, y que espero poder explicar en profundidad el día de mañana
con más detalle.
Rafael Monterde (extracto)
http://entrelascumbres.blogspot.com.es
Rezar con tu móvil
Hay
muchas facilidades para caminar en la fe hoy, como son estas aplicaciones
católicas –gratuitas– para el móvil. Se pueden encontrar en la “tienda Google”
(Google Play®), escribiendo el nombre en el campo de búsqueda.
Evangelio del Día (lecturas diarias de la Misa)
-
evangelizo
-
evangeli.net
-
Lecturas diarias
Doctrina católica
-
miCatecismo
-
Para Salvarte (Jorge Loring S.I.)
-
Laudate (aplicación muy completa)
Rezar el Oficio Divino (Laudes, Vísperas…)
-
ePrex (funciona offline)
-
iBreviary
Rezar el Santo Rosario
-
El Santo Rosario
-
Rosario Virgen María
Meditación diaria
-
Rezando voy
AGENDA PARROQUIAL –
AVISOS
______________________________________________________________________
Liturgia de las Horas
Semana
XXI del Tiempo Ordinario – Iª Semana del Salterio – (Tomo IV)
La oración de una madre siempre es escuchada
San Agustín, doctor de la Iglesia y uno de los escritores
cristianos más relevantes, fue en su tiempo un joven frívolo y vanidoso, con
una vida disoluta y alejada de Dios. Pero con el tiempo, y sobre todo con la
oración y ejemplo de su madre, Santa Mónica, conoció la Verdad, conoció a Dios,
y entregó el resto de su vida al Amor más grande. Y es que, si toda oración es
escuchada, mucho más la oración de una madre.
Entre sus escritos destacan “Las
Confesiones”, que es probablemente la autobiografía más leída de todos los
tiempos.
«Nos creaste, Señor, para
Ti, y nuestros corazones estarán inquietos hasta que descansen en Ti» (Confesiones, Cap. 1)
«Tarde te amé, Hermosura
siempre antigua y siempre nueva. Tarde te amé» (Confesiones,
Cap. 10)
«Por tanto dos ciudades
han sido construidas por dos amores: la ciudad terrenal por el amor del ego
hasta la exclusión de Dios; la ciudad celestial por el amor de Dios hasta la
exclusión del ego. Una se vanagloria en sí misma, la otra se gloría en el
Señor. Una busca la gloria del hombre, la otra encuentra su mayor gloria en el
testimonio de la conciencia de Dios» (Ciudad de
Dios, Libro 14).
«La medida del amor es el
amor sin medida»
Colecta
Extraordinaria para las deudas de la Parroquia y Otros ingresos
Nuevos resultados Colecta Extraordinaria para
deudas y reparación de la Cúpula
Mes
|
Agosto
|
Julio
|
Junio
|
Mayo
|
Abril
|
Marzo
|
Febrero
|
Enero
|
Resultado
|
763’86
|
941’85
|
823’7
|
704’50
|
1.645’77
|
697’20
|
920
|
751’30
|
La próxima colecta será la del día 6 de septiembre. Muchas
gracias.
Turnos de limpieza parroquial – nº 2
Calles: Canónigo
Lorés, Subida Dr. Fleming.
Responsables: Lolita
Guaita y Lolita Soucase.
INTENCIONES DE MISA
Del
24 al 30 de Agosto de 2015
Lunes, 24 (San Bartolomé ap.)
20:00
h. Santa Misa: Suf. Roberto Sastre.
Martes,
25
20:00
h. Santa Misa.
Miércoles,
26
20:00 h. Santa Misa.
Jueves, 27 (Santa Mónica)
20:00
h. Santa Misa y Exposición Santísimo. Conmemoración Aniversario del Beato D. Fernando.
Viernes,
28 (San Agustín)
20:00
h. Santa Misa: Suf. difuntos de la familia Añón
Puchades. Suf. de Juan Boluda e Isabel Sanambrosio.
Sábado, 29
18:30
BODA: José Luís Mollá Sanz y Mireia Chaveli
Palmero.
19:45
Sabatina
20:00
h. Santa Misa: Domingo XXII T.O. Suf. Ramón Ruíz Soucase, Esther
Estellés Añón y Ramón Ruíz Estellés. Suf. Vicente López Lozano. Suf. Rosario
Ibáñez Llopis. Suf. José Tarín y Vicenta Baixauli. Suf. Filo Igual Pérez. Suf.
María Dolores Cosell Algarra. Suf. Julia Giménez. Suf. José Giménez y Ana
Maravella. Suf. Vicente Soler y Teresa Crespo. Suf. Lola Luján. Suf. María
Palmero y David Palmero y Lola Luján. Suf. Juan Brotons. Suf. Salvador López y
Pilar González. Suf. Francisco Quiles Piles y difuntos de la familia /// En
acción de gracias a San Expedito, al Corazón de Jesús y a la Virgen. En acción
de gracias, de José Almonacid y Marisa Palmero. En acción de gracias a la
Virgen de los Dolores Gloriosos, de Consuelo Higón desde Francia. En acción de
gracias.
Domingo, 30 – Domingo XXII T.O.
9:00
h. Santa Misa: Suf. Laura Filiberto Moreno y sus
padres. Suf. familia Collado González. Suf. Juan Ernesto Moreno Iranzo y su
padre Juan Moreno. Suf. Sara González Pérez.
12:00
h. Misa Mayor – PRO POPULO –
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