¡De Cena con Jesús!
La verdad es que ir de cena con los
amigos, o con la familia es estupendo, incluso si es de bocadillo, pero aún más
si es un asado, o una cena preparada, con vino, bebidas, música, cantos… Cuanto
se disfruta alrededor de una mesa sin prisa, y si es de noche en verano, a la
fresca… Pues imagina que es Jesús el que te invita a esa cena, ¡Qué ilusión!
Cantar con él, sentir su amistad, ser escuchado, preguntarle, oírle…
Eso es un viernes de Adoración Nocturna,
en Turís mismo, casi cada mes, los cristianos tenemos con Jesús entre dos y
cuatro horas de estar con él, de escucharle, cantarle, mirarle, estar con él en
silencio, en su paz.
Cierto que muchos no lo encuentran, no se
comunican fácil, se aburren, pero es porque les falta fe, no creen que está en
la Palabra de Dios o en el Pan Consagrado, en la Sagrada Hostia. O no tienen
fuerza de voluntad, valor para estar yendo unos años para poco a poco ir
descubriendo a Jesús escondido en esas antiguas palabras, o en el blando e
inocente pan. Tiempo para comprender el lenguaje de Dios que siempre es de
amor, que restaura. Cuánto más vences la pereza más libre eres y de momento
empiezas a disfrutar de la adoración, de los salmos, los cantos, de la compañía
silenciosa de los demás adoradores, amigos de Jesús en su cena, en su fiesta.
Celebración que culmina con la Misa, memoria de la pasión, muerte y
resurrección de Jesús.
Cenar con los amigos da felicidad porque
son amigos, porque te quieren, te admiran, te dicen cosas buenas porque las ven
en ti, te recuerdan lo que te han querido, lo que han recibido de ti… Jesús es
más aún, más amigo, Él ve más lo bueno que hay en ti, lo puso Dios desde la
creación del ser humano, tiene siempre presente lo que tú le amas, y olvida tus
fallos en esta amistad con solo pedir perdón en al confesión; y no deja de
recordarte lo que vales, lo que Él ha pagado por ti, lo que Dios ve en ti es
tan bueno, que te hace crecer, Jesús te ve tan rico en cualidades que te anima a
compartir.
Vale la pena venir a la Adoración
Nocturna y hacerlo con alegría, sabiendo que vas a disfrutar, contándoselo a
todo el mundo, viniendo sin prisa, liberándote el mayor tiempo posible, gozando
de pensar lo que vas a vivir. El viernes se convierte en fiesta, en alegría.
Y hay algo mejor, el compromiso, es algo
muy humano, comprometerte a algo para toda la vida, de lo más bonito. Lo menos
tranquilo es dejarse llevar del momento, ser una veleta, ser amigo o no según
salga. El compromiso anima pues sabes que la cena se realiza, que bonito cuando
alguien me dice que tiene un grupo de amigos y todos los domingos por la tarde
durante 50 años quedan juntos. O unos que todos los sábados en 25 años cenan
juntos. Se entiende que habrá alguno que no pueda, pero ellos saben que tiene
la fiesta asegurada, por la fidelidad de los amigos.
Así de bonito es la fidelidad para Dios,
ser de la Adoración Nocturna y reservar esa noche, ayudar a los demás
adoradores a saber que vas a estar ahí, que contigo pueden contar. ¡Piénsalo
bien y ven, aún mejor apúntate, y si ya eres, invita a otros! ¡Te alegrarás
eternamente!
Arturo Javier García
Vuestro
Párroco
(ZENIT – Ciudad del Vaticano).- El papa Francisco
ha celebrado este miércoles en la Basílica de San Pedro la misa con motivo de
la festividad de los santos apóstoles Pedro y Pablo y ha bendecido los palios
que serán entregados a los nuevos obispos metropolitanos.
En su homilía el papa Francisco señala las llaves
que Jesús promete a san Pedro, “para que pueda abrir la entrada al Reino de los
cielos, y no cerrarlo a la gente, como hacían algunos escribas y fariseos
hipócritas a los que Jesús reprende”.
Y señala que la oración aparece como la principal
vía de salida incluso para la comunidad, que corre el peligro de encerrarse en
sí misma debido a la persecución y al miedo. Porque la oración permite
transitar de un estado de cierre hacia la apertura, del miedo a la
valentía, de la tristeza a la alegría y de la división a la unidad.
La Palabra de Dios de esta liturgia contiene un
binomio central: cierre – apertura. A esta imagen podemos unir el símbolo de
las llaves, que Jesús promete a Simón Pedro para que pueda abrir la entrada al
Reino de los cielos, y no cerrarlo para la gente, como hacían algunos escribas
y fariseos hipócritas a los que Jesús reprende (cf. Mt 23, 13).
El papa reza a María al concluir la misa de entrega
de los palios a los nuevos arzobispos metropolitanos
La lectura de los Hechos de los Apóstoles (12,1-11)
nos presenta tres encierros: el de Pedro en la cárcel; el de la comunidad
reunida en oración; y en el contexto cercano de nuestro pasaje el de la casa de
María, madre de Juan, por sobrenombre Marcos, donde Pedro va a llamar después
de haber sido liberado.
Con respecto a los encierros, la oración aparece
como la principal vía de salida: salida de la comunidad, que corre el peligro
de encerrarse en sí misma debido a la persecución y al miedo; salida para
Pedro, que al comienzo de su misión que le había sido confiada por el Señor, es
encarcelado por Herodes, y corre el riesgo de ser condenado a muerte. Y
mientras Pedro estaba en la cárcel, «la Iglesia oraba insistentemente a Dios
por él» (Hch 12,5).
Y el Señor responde a la oración y le envía a su
ángel para liberarlo, «arrancándolo de la mano de Herodes» (cf. v. 11). La
oración, como humilde abandono en Dios y en su santa voluntad, es siempre una
forma de salir de nuestros encierros personales y comunitarios. Es la gran vía
de salida de los encerramientos.
También Pablo, escribiendo a Timoteo, habla de su
experiencia de liberación, la salida del peligro de ser, él también, condenado
a muerte; en cambio, el Señor estuvo cerca de él y le dio fuerzas para que
pudiera llevar a cabo su trabajo de evangelizar a los gentiles (cf. 2 Tm 4,17).
Pero Pablo habla de una «apertura» mucho mayor, hacia un horizonte
infinitamente más amplio: el de la vida eterna, que le espera después de haber
terminado la «carrera» terrena.
Es muy bello ver la vida del Apóstol toda «en
salida» gracias al Evangelio: toda proyectada hacia adelante, primero para
llevar a Cristo a cuantos no le conocen, y luego para saltar, por así decirlo,
en sus brazos, y ser llevado por él «que lo salvará llevándolo a su reino
celestial.» (cf. v. 18).
Volvamos a Pedro. El relato Evangélico (Mt
16,13-19) de su profesión de fe y la consiguiente misión confiada por Jesús nos
muestra que la vida de Simón, pescador de Galilea ‒ como la vida de cada uno de
nosotros‒ se abre, florece plenamente cuando acoge de Dios la gracia de la fe.
Entonces, Simón se pone en el camino ‒un camino largo y duro‒ que le llevará a
salir de sí mismo, de sus seguridades humanas, sobre todo de su orgullo mezclado
con valentía y con generoso altruismo.
En este su camino de liberación, es decisiva la
oración de Jesús: «yo he pedido por ti (Simón), para que tu fe no se apague»
(Lc 22,32). Es igualmente decisiva la mirada llena de compasión del Señor
después de que Pedro le hubiera negado tres veces: una mirada que toca el
corazón y disuelve las lágrimas de arrepentimiento (cf. Lc 22,61-62). Entonces
Simón Pedro fue liberado de la prisión de su ego orgulloso, de su ego miedoso,
y superó la tentación de cerrarse a la llamada de Jesús a seguirle por el
camino de la cruz.
Como ya he dicho, en el contexto inmediato del
pasaje de los Hechos de los Apóstoles, hay un detalle que nos puede hacer bien
resaltar (cf. 12.12-17). Cuando Pedro se encuentra milagrosamente libre, fuera
de la prisión de Herodes, va a la casa de la madre de Juan, por sobrenombre
Marcos. Llama a la puerta, y desde dentro responde una sirvienta llamada Rode,
la cual, reconociendo la voz de Pedro, en lugar de abrir la puerta, incrédula y
llena de alegría corre a contárselo a su señora.
El relato, que puede parecer cómico –y que puede
dar inicio al así llamado «complejo de Herodes– nos hace percibir el clima de
miedo en el que vivía la comunidad cristiana, que permanecía encerrada en la
casa, y cerrada también a las sorpresas de Dios. Pedro llama a la puerta. «Y
fíjate», hay miedo, hay alegría, «¿abrimos?, ¿no abrimos?», mientras él está
corriendo peligro, pues la policía puede cogerlo. Pero el miedo nos paraliza,
nos paraliza siempre, nos cierra, nos cierra a las sorpresas de Dios.
Este particular nos habla de la tentación que
existe siempre para la Iglesia: de cerrarse en sí misma de cara a los peligros.
Pero incluso aquí hay un resquicio a través del cual puede pasar a la acción de
Dios: dice Lucas que en aquella casa, «había muchos reunidos en oración» (v.
12). La oración permite a la gracia abrir una vía de salida: del cerramiento a
la apertura, del miedo a la valentía, de la tristeza a la alegría.
Y podemos añadir: de la división a la unidad. Sí,
lo decimos hoy junto a nuestros hermanos de la delegación enviada por el
querido Patriarca Ecuménico Bartolomé, para participar en la fiesta de los
Santos Patronos de Roma. Una fiesta de comunión para toda la Iglesia, como pone
de manifiesto la presencia de los Arzobispos Metropolitanos venidos para la
bendición de Palios, que les serán impuestos por mis Representantes en sus
respectivas sedes.
Que los santos Pedro y Pablo intercedan por
nosotros, para que podamos hacer este camino con la alegría, experimentar la acción
liberadora de Dios y testimoniarla a todos.
AGENDA PARROQUIAL –
AVISOS
______________________________________________________________________
Liturgia
de las Horas
Domingo XIV del Tiempo Ordinario- C – II
Semana del Salterio
VERANO:
Horario Misas, Julio y Agosto
De lunes a sábado a las 20 h.
Domingos a las 9 h y a las 20 h.
Juniors
Campamento del 18 al 25 de julio. Rogamos oraciones.
Confirmación
Camino por el Rincón de Ademuz, rogamos oraciones.
Turnos, 7: de limpieza parroquial
Calles: Maestro
Navarro, Bonaire, La Dula y Farmacéutico
Peydró.
Responsables: Pepita
Alpuente, Pilar Soucase.
INTENCIONES
DE MISA
Del 4 al 10 de Julio de 2016
-Lunes, 4
19,30 h.
Santo. Rosario
20,00
h. Santa Misa: Suf. Isabel Fons García y
Francisco Lozano Fons. Suf. Isabel Camañes, esposo y familia. Suf. Evelia Ruiz Lobato de les Arreplegaoras
de San Antoni.
-Martes, 5
19,30 h. Santo Rosario
20,00
h. Santa Misa
-Miércoles, 6
19,30 h.
Santo. Rosario
20,00
h. Santa Misa: Suf. Vicente Blasco Fons y Alberto
Pérez Domingo.
-Jueves, 7
19,30 h.
Santo. Rosario
20,00
h. Sta. Misa y Exposición Stmo
-Viernes, 8
9,00
h. Santa Misa en la Ermita V.D.G.
Suf. Teresa Pérez Picó. Suf. Pascual Mas Osca.
-Sábado, 9
19,45 h. Sabatina
20,00
h. Santa Misa Vespertina: Domingo XV del T.O.
Suf. Felipe Añón Puchades. Suf. Isabel
Fons García y Francisco Lozano Fons. Suf. Vicente Lozano Soucase y padres
Vicente y Anita. Suf. Carmen Collado y Bautista Boluda. Suf. José Tarín y
Salomé Algarra. Suf. Dolores Crespo y Francisco Añón. Suf. José Ibáñez Peydró y
difuntos de la familia. Suf. María Teresa Ibañez Villalba. Suf. Difuntas de la
Asociacion de la Amas de casa de Turís.
-Domingo, 3: Domingo XV del
Tiempo Ordinario.
9,00
h. Santa Misa: Suf. Vicente García Martínez y
difuntos de la familia.
20,00
h. Santa Misa –Pro-populo
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