Pocas veces una representación amateur realizada por actores noveles provoca tanta expectación, cariño, ilusión y ,como no, genera mucho trabajo para educadoras y madres delegadas que son el auténtico espíritu de la obra, porque la gracia la ponen los actores. Ante un público totalmente entregado escenificaron la llegada de los Reyes Magos de Oriente a un pueblecito costero para repartir juguetes entre los niños tras adorar al Niño Jesús en el pesebre.
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